martes, 2 de julio de 2013

Ropa de Ciclismo


La ropa de ciclismo en la historia

Sin el menor género de dura, una de las alegrías más grandes que me llevé cuando retomé el deporte del ciclismo tras unos años en el dique seco, fue el confort y el modo de funcionar la nueva ropa de ciclismo.
Anteriormente, la ropa de ciclismo era de lana, o de algún tipo de fibras sintéticas que emulaban los tejidos hechos con fibra de lana. Generalmente eran fibras sintéticas derivadas de la polyamida. Yo siempre he tenido cierto tipo de alergia a estas fibras, así que especialmente en el maillot, la sensación de llevar lana sintética en contacto con la piel era particularmente desagradable siempre, especialmente desagradable en el verano o época calurosa.
En todo caso, tanto la ropa de ciclismo usada para confeccionar el maillot como el ciclismo, se trataba de un género de punto opaco, con tendencia al apelmazamiento, y con una capacidad de evacuar la sudoración casi nula. La mayoría de las veces se empapaban acumulando una gran cantidad de sudor en peso, pero incapaces de evacuarlo al aire, favoreciendo de este modo el enfriamiento en época de verano, como la imposibilidad de quitar la desagradable sensación de humedad del maillot.
Eso sí, había unos maillots fabricados con fibra de rayon, que es un tipo de fibra sintética sucedanea de la seda. El gran inconveniente que tenían estos maillots era que su capacidad de elasticidad era absolutamente nula, por lo que siempre había que buscar una talla que te pudiera entrara en el cuerpo, y por lo tanto, siempre había otras en las que quedaba holgada. La aerodinámica aplicada a la ropa de ciclismo era totalmente nula.

Shorts o culottes de ciclismo

Por otro lado, los culottes siempre eran oscuros y de un tejido más grueso y algo más elástico que el maillot. Todo ello tenía la intención de que la prenda fuese bastante inmune a las manchas, así como mejorar en lo posible la elasticidad, tan importante a la hora de ejercer un pedaleo correcto. Pero si verdaderamente hay algo que me produce risa a carcajadas, esa era la badana. Era de un género natural de gamuza. Entre la gamuza y el culotte llevaba una pequeña capa de espuma. Esa era toda la protección que llevávamos en la zona de la entrepierna. Por aquel entonces (finales de los 70, principio de los 80) no existía eso que se ha dado en llamar sillín o cualquier otro tipo de material anti-próstada, por lo que los calambres y la sensación de adormecimiento en la zona del perineo eran constantes.
Lo mejor de todo era cuando había que lavar la badana. Entonces ésta se ponía como si fuese una piel seca y parecía como un corcho rígido ahí, en la entrepierna. El truco para aquel estropicio era lavarla con bicarbonato y depués enjuagarla bien. Secarla a la sombra y antes de enfundártela cogerla con ambas manos y darle una especie de masaje enérgico que la suavizara antes de ponerla sobre la zona delicada conocida por todos.
La ropa de ciclismo que podías comprar en una tienda de ciclismo casi acababa aquí. Los cascos no eran obligatorios salvo en competiciones de amateurs, que no eran cascos en realidad y es por ello que se les llama chichonera. Eran muy famosas en la pista, y consistía en unas tira de cuero en sentido siguiendo las líneas de la cabeza para favorecer la aerodinámica. Por aquel entonces se sabía bien poco sobre esaz nueva ciencia, pero de manera intuitira sí que se aplicaban ciertos principios.
No podemos olvidarnos de los guantes. Sin duda un pequeño complemento que te puede salvar las palams de las manos en caso de una caída. Suele ser denominado como un componente menor en la ropa de ciclismo, pero sin duda la virtud está en los pequeños detalles.

Gorra de ciclista

Para terminar con los pequeños detalles de la ropa de ciclismo, nos faltan la gorrita de ciclista (que no protegía nada más que del sol), los calcetines, que en ptincipio eran calcetines de deporte confeccionados en algocón cualquiera.

Cinta para el sudor

La cinta del pelo como las usadas en el tenis fueron una aportación en la época de Pedro Delgado. Para personas de gran sudoración un gran invento, ya superado por las actuales cintas de silicona.
Las gafas se habían inventado, pero ni mucho menos estaban pensadas para el ciclismo. Este es un invento de muy reciente adquisición que no se le puede quitar su importancia. En verano te protege del sol, en invierno de los "alfileres" que suponen el aire frío, y en primavera te protege de más de una pedrada proveniente de algún insento volador. Sin duda se trata de un elemento adjunto a la ropa de ciclismo  que aconsejo enfáticamente llevarlo siempre.
Hasta ahora las gafas llevaban cristales intercambiables para adaptarse a las condiciones de luz ambiente (transparentes, naranjas y polarizadas), pero la última tendencia es que sean fotocromáticas. Un tipo de lente que cambia su coloración en función de las condiciones de luz externa. Sin duda un gran invento. Algo caro, pero muy práctico y cómodo.

Consejos de lavado

A modo de resumen, la principal diferencia entre la ropa de ciclismo moderna de la que había hace unos años, es su gran flexibilidad, lo qaue favorece la aerodinámica, gran capacidad para evacuar el sudor, lo que redunda en que sean frescas en verano y cálidas y frío. Y nulo mantenimiento en el proceso de lavado y secado. No necesitan suavizantes, ni cloro, ni necesitan planchado.
Tan sólo un suave enjuague en agua fría o ligeramente templada, un poco de detergente neurtros, enjuagar bien y fianalmente un secado a la sombra.
No secar nunca en secadora, no lavar a máquina y no usar jamás suavizantes.
Com consejo final nunca dejarlas sin dar aunque sea un rápido enjuague. La sal del sudor es como veneno para las fibras, así que si la salida ha sido corta y no has sudado casi, no dejes de darle un ligero enjuague que alimine la sal, y dejar secar.
En un periquete tu ropa de ciclismo estará lista para otro uso y te durará en perfecto estado a lo largo de muchos años.
Fuente del artículo: http://www.ropa-ciclismo.com/blog/ropa-de-ciclismo-y-consejos-de-lavado/

Vídeo sobre ropa de ciclismo